Gracias a una tarde

Creo, sinceramente,
que no existe amor más grande
como el que conocí una tarde.

Me salvó de mi vacío,
estaba sola, encadenada;
me ofreció su camino,
viajaba sola;
me dio entero su cariño,
me sentí amada;
y, como el que ve su sombra
vi la mía iluminada.

Una tarde,
simplemente una tarde.

(per en Miquel)